...Entonces solo me di cuenta que todo ya estaba perdido, ya no había porque vivir, todos mi amores de corazón habían desaparecido, Baruc, solo se alejó y se mudó dejándome con el último beso esa noche; Ryusaki, es feliz con su pareja lejos de aquí; Akira, se alejó y ya ni siquiera me dirige la palabra y Eban, se mudo de país y me dejo solo.
Ya no quería saber nada de amor, vida o muerte, sólo sabía que estaba solo en mi casa, mis padres habían salido esa tarde y sólo me recosté en mi cama, pensando en cada momento que pasé con mis pretendientes, !solo¡ !solo¡ !solo¡ mis ojos se llenaron de lágrimas y solo me metí al baño con ropa y abrí la llave, cayendo agua fría, empapado salí y abrí el botiquín y estaba dispuesto hacerlo.
Tomé varias pastillas y me las metí en la boca, tomé un gran vaso de soda y me recoste en mi cama, esperando... tic tac tic tac, sólo se oía el silencio, el reloj, mi corazón, me puse a llorar, pensando en cada vez que Baruc me tocó, me besó y abrazó, mi amor a primera vista, me entregué a él; mis primeros besos, abrazos y la primera vez que me sentí amado por alguien.Cerré los ojos y al abrirlos vi sólo una luz, mientras mis lágrimas aún corrían por mis mejillas, me acercaba poco a poco.
Me encontraba en el Limbo, ni en el cielo, ni en el infierno, sólo en una gran habitación de color blanco con neblina en mis pies, temeroso y solo, me senté en una esquina esperando una señal, cerré los ojos y vi claramente a mis padres llorando, mi hermano desesperado y mi padre con teléfono en mano, llegando unos paramedicos y tomándome pulso, pasaron horas y sólo me veía como desde una ventana.
Era momento de un funeral, solo me vi en el ataúd mientras mis familiares lloraban desesperadamente, mi padre acostado en el ataúd, llorando, pidiéndome perdón por no haberme aceptado como persona HOMOSEXUAL, tuve miedo, pero la esperanza seguía, vi claramente la figura de alguien en el portón de aquella habitación, no podía creerlo al parecer era Baruc, quien fue a darme el último adiós, el ataúd estaba abierto, sin cristal ni nada solo yo, pálido y frío.
Baruc se acercó mientras mi padre se alejaba, y me susurró en el oído, -Daiskidaio-, en el limbo estaba llorando a lágrimas, sentí hermoso, se acerco a mis labios y aún muerto me besó, me pidió perdón, lloró, estaba inconsolable, más que mi familia, al parecer de los demás (mis otros pretendientes) fue el único que se enteró, me mencionaba en el oído, -Perdóname, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, perdóname por mentirte, por dejarte, perdóname, escúchame por favor, sólo escuchame, perdón, perdón !escucha..¡, te amo, te amo Daiski, Daiskidaio-, sus lágrimas caían en mi cuerpo frió.
Me llevaron a una habitación, sólo entraron cinco personas, mi padre, mi madre, mi hermano, Baruc y yo estaba presente, me metieron a un horno gigante, cerraron las puertas, y Baruc fue abrazado por mi padre.
En la Hurna vi como escribieron:
"Siempre pidió amor, y nunca lo tuvo, alejándose de la sociedad se fue y murió en suicidio, por un amor y sentimientos no correspondidos"
Moría en lágrimas en Limbo, me acerqué esa noche una vez que se habían ido, bajé, y con mis dedos cambié las letras escribiendo:
"Muerte, dolor, sexo. Impaciente, caprichoso y lo más importante, un mentiroso, que se mentía a sí mismo, se enamoraba y lo dejaban, no conoció el amor, no lo conoció y de unas pastillas se alimentó, dejándose caer en sus sabanas, mientras, MURIÓ"
Ya no recuerdo mucho, sólo sé que Baruc visita cada noche el ministerio antes de que cierre sus puertas para pedirme perdón.
[Daiski/Daiskidaio: es una palabra japonesa que significa "te quiero" "te quiero mucho"]
No hay comentarios:
Publicar un comentario